Se nos ocurrió un ejercicio, adornar la sala de terapia con fotos que habíamos ido realizando. Eran ellos los residentes los que tenían que hacer las guirnaldas. Compartimos instantes de risas como cuando Isidoro se colocó espumillón, Elena y Sara colocaban las guirnaldas en el techo y mientras hacíamos ejercicios de terapia.
Como Manchas y el gatito han sido adoptados volvíamos con Quelba, Jula, Vekam y Mili junto con Tacones, un cachorro maravilloso de mastín y un gatito buscando la alegría que vivimos pero hubo una sorpresa, OTTO, un conejo que había sido abandonado por tener las orejas demasiado grandes..., la verdad es que fue una experiencia maravillosa, ellos sintieron distintos estímulos, distintas formas de interactuar, distinto tacto y por no hablar de las risas que nos provocó el ver a Mili relamiéndose cada vez que sacábamos a Otto de su jaula. Jose Luis, que tiene problemas con el tacto estaba encantado al acariciar al gatito y conejo y volver a sentir.
Podeis ver el cariño con el que Antonia saluda a Matías, uno de nuestros voluntarios, fue un instante muy emocionante.
Os hemos seleccionado alguna foto, para el próximo día haremos videos.
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